Mi Mascota No Come
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Video: Mi Mascota No Come

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Video: MI PERRO NO QUIERE COMER | causas y soluciones cuando pierde el apetito. 2024, Mayo
Anonim

Si una mascota come o no es un indicador esencial de cómo se siente. Existen innumerables razones médicas y de comportamiento que pueden afectar el apetito de una mascota. Es importante saber no solo si come, sino también con qué rapidez o si parece interesado en comer, pero luego se aleja después de oler la comida. Todas estas son pistas que los veterinarios pueden utilizar para determinar la causa subyacente de la disminución del apetito de su mascota.

La razón más común por la que un perro o un gato no come es el malestar gastrointestinal. Vómitos, diarrea, letargo, deshidratación o fiebre acompañarán a menudo al signo clínico de disminución del apetito. Además de utilizar estos síntomas como guía, los veterinarios también tienen en cuenta la edad, los medicamentos y las afecciones médicas conocidas para ayudarlos a saber qué está causando la anorexia.

Si un perro o gato joven y sano llega al hospital con un historial de rechazo de la comida, letargo y vómitos profusos, las causas más probables son la ingestión de cuerpos extraños, toxicidad, una infección viral como parvo o una infección bacteriana como la leptospirosis. Si ese mismo animal joven tiene disminución del apetito, diarrea y fiebre, queremos asegurarnos de que los parásitos intestinales o el crecimiento excesivo de bacterias en los intestinos no sean los culpables.

Además de las condiciones anteriores, los perros y gatos mayores desarrollan otras enfermedades como desequilibrios hormonales, insuficiencia orgánica o cáncer que debemos tener en cuenta. Condiciones como diabetes, enfermedad hepática o insuficiencia renal pueden hacer que una mascota sienta náuseas extremas, lo que resulta en el rechazo de la comida, a menudo después de oler la comida y parecer interesada en comer. La buena noticia aquí es que muchos de estos problemas se pueden identificar en los análisis de sangre de rutina, lo que permite un diagnóstico rápido y un plan de tratamiento.

El cáncer puede afectar cualquier célula del cuerpo y se presenta de muchas formas, muchas de las cuales se ven como disminución del apetito. Los gatos suelen desarrollar linfoma en el estómago y los intestinos. Con estos pacientes, además de la anorexia se puede ver cualquier combinación de pérdida de peso, vómitos o diarrea. No es necesario que el cáncer se limite al tracto gastrointestinal para que una mascota se sienta mal, lo que resulta en una disminución del apetito.

El estrés es otro culpable que resulta en una disminución del apetito. La ansiedad puede provenir de una situación temporal, como una perrera, permanecer lejos de casa o puede ser más permanente, como es el caso de muchos perros temerosos y ansiosos. Estas pobres criaturas se preocupan tanto por la vida cotidiana, como un propietario que se va a trabajar, que a menudo no comen debido a eso. Los gatos a menudo protestarán por un cambio en la dieta negándose a comer nada. Es importante siempre que un gatito transite hacia una nueva dieta que le des tiempo suficiente para adaptarse a la idea ofreciéndole tanto la comida nueva como la vieja durante varios días. Esto les permite sentir que tienen voz en el cambio de dieta en lugar de que un propietario les diga lo que deben comer.

Hay innumerables causas por las que un perro o un gato desarrollarán una disminución del apetito. A menudo es algo simple que puede resolverse con unos días de una dieta blanda y tal vez, si su veterinario lo recomienda, un medicamento de venta libre para ayudar a calmar el estómago. Es importante vigilar de cerca a su mascota y si la disminución del apetito no mejora o aparecen signos clínicos adicionales como letargo, vómitos, diarrea o fiebre, debe comunicarse con su veterinario. Dado que nuestras mascotas no pueden hablarnos, es fundamental que escuchemos con atención las otras formas en que se comunican. No querer comer suele ser una señal clara de que su mascota no se siente bien y puede necesitar atención médica.

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