Megacolon En Gatos - Totalmente Examinado
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Video: Megacolon En Gatos - Totalmente Examinado

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Video: Megacolon en Gatos (I Parte) - Dr. Jesús Paredes - Medicina Veterinaria Práctica 2024, Noviembre
Anonim

Megacolon no es nada de lo que reírse, aunque no puedo evitar imaginarme un segmento de intestino grueso disfrazado de superhéroe en este momento (¿he pasado demasiado de mi tiempo libre con niños de cinco años este verano?). La enfermedad es demasiado común en los gatos y, a pesar de tener un pronóstico justo, puede ser extremadamente frustrante de tratar.

El megacolon se caracteriza por un intestino grueso distendido (colon, en otras palabras) que está lleno de cantidades anormales de heces. Esto puede ocurrir como una enfermedad primaria, generalmente causada por los músculos del colon que no se contraen normalmente, o como resultado de un estreñimiento prolongado o severo que esencialmente se extiende y daña el intestino grueso. Cualquiera que sea la raíz del problema, los gatos afectados presentan una combinación de los siguientes síntomas:

  • Esfuerzo para defecar
  • Dolor al defecar
  • Producir pequeñas cantidades de materia fecal dura que puede contener sangre.
  • Pérdida de apetito
  • Malestar abdominal

Algunos gatos producen pequeñas cantidades de heces líquidas después de hacer un esfuerzo, lo que puede hacer que los dueños piensen que están sufriendo de diarrea en lugar de estreñimiento.

Diagnosticar megacolon no es demasiado difícil. Un veterinario generalmente sentirá un intestino grueso lleno de heces durante el examen físico y las radiografías abdominales pueden confirmar que el colon es mucho más grande de lo que debería ser. Es posible que se necesiten pruebas de diagnóstico adicionales (p. Ej., Análisis de sangre, análisis de orina y ecografía abdominal) para determinar si se ha desarrollado megacolon en respuesta a otro problema.

El tratamiento para el megacolon implica sacar las heces impactadas y prevenir futuras acumulaciones. El mejor de los casos implica darle al gato estreñido un enema y retroceder mientras él o ella se ocupa de sus asuntos desde allí. Desafortunadamente, las cosas no siempre salen así. Algunos de mis recuerdos más vívidos de la práctica veterinaria implican la eliminación manual de una gran cantidad de bolas fecales duras como rocas de los gatos estreñidos. Este procedimiento requiere anestesia (para el gato, no para mí, desafortunadamente) y mucha agua, lubricación, paciencia y fe en los guantes de látex.

Para ayudar a prevenir futuros episodios de estreñimiento, prescribo una combinación de fluidoterapia, ablandadores de heces (lactulosa), medicamentos que mejoran las contracciones musculares dentro de la pared del colon (cisaprida) y un cambio en la dieta. La mayoría de los gatos responden mejor a un alimento altamente digerible que reduce la cantidad de heces que producen. Si eso no funciona, probaremos una dieta alta en fibra, que puede hacer que las heces del gato sean más suaves y fáciles de evacuar.

Muchos gatos responden bien a este tipo de tratamiento, aunque algunos pueden necesitar un enema ocasional para que las cosas se muevan libremente (nunca uses un enema en tu gato sin antes consultar con un veterinario. Algunos de ellos son tóxicos).

Cuando el tratamiento médico falla, la mejor opción restante es extirpar quirúrgicamente la parte que no funciona del colon de un gato. Suena extremo, pero la mayoría de los gatos responden muy bien a la cirugía. Muchos forman heces más sueltas de lo normal después de la operación, pero la situación generalmente mejora con el tiempo y la manipulación de la dieta. La cirugía puede devolver la vida casi a la normalidad tanto para un gato como para su dueño y probablemente deba recomendarse con más frecuencia de lo que es actualmente.

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Dra. Jennifer Coates

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