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Infección Parasitaria (neosporosis) En Perros
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Video: Infección Parasitaria (neosporosis) En Perros

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Infección por Neospora caninum en perros

Neospora caninum es un parásito de forma similar a Toxoplasma gondii. Bajo examen microscópico, el esporozoito de N. caninum (el cuerpo del parásito) se parece mucho al esporozoito de T. gondii, y las dos enfermedades comparten muchos de los mismos síntomas. Sin embargo, la infección por N. caninum tiene un impacto más severo en el sistema neurológico y muscular de un perro que el de T. gondii.

Esta infección conduce naturalmente al desarrollo de neosporosis, el término médico para un estado de enfermedad que ha sido causado por la muerte de células y tejidos vivos (un incidente conocido como necrosis) en respuesta a la invasión de N. caninum. Se asocia con daño tisular por la ruptura de un quiste y la subsiguiente invasión de microorganismos taquizoítos, la etapa en la que el organismo esporozoíto se multiplica rápidamente en los tejidos de todo el cuerpo.

Se desconoce el ciclo de vida del parásito N. caninum, pero se sabe que es transmisible durante el desarrollo y el nacimiento fetal. Los cachorros se diagnostican con mayor frecuencia, pero los perros de caza también tienen un mayor riesgo y aparecen con frecuencia en la literatura médica que cubre esta condición.

Síntomas y tipos

Los signos de neosporosis son similares a la toxoplasmosis, una enfermedad parasitaria, que es causada por el parásito protozoario Toxoplasma gondii. En los perros menores de seis meses, los síntomas suelen incluir rigidez de las extremidades pélvicas (patas traseras), parálisis que se distingue por una atrofia muscular gradual (en la que los músculos se agarrotan y no pueden moverse), que progresa a una contracción rígida de las extremidades.

En los perros mayores, es más probable que el sistema nervioso central se vea afectado, lo que provoca síntomas como convulsiones, temblores, cambios de comportamiento y ceguera. Otros síntomas que pueden desarrollarse incluyen debilidad de los músculos cervicales (cerca del cuello) y dificultad para tragar, una condición conocida como disfagia. Estos signos se desarrollan gradualmente. La eventual parálisis de los músculos implicados en la respiración puede provocar la muerte. En muchos casos, la infección se disemina por todo el cuerpo y afecta a la mayoría de los órganos, incluida la piel. La dermatitis es otro síntoma común de neosporosis, particularmente en perros mayores.

Causas

La neosporosis es causada por el protozoo Neospora caninum, que invade y habita el cuerpo del animal huésped. Los perros y los coyotes son huéspedes definitivos de N. caninum y pueden transmitir la infección a través de los ooquistes esporulados (el óvulo fertilizado del parásito N. caninum) presentes en sus heces. La ingestión de estos ooquistes, por ejemplo, en alimentos contaminados, puede transmitir la neosporosis a los animales. Además, la presencia de quistes de N. caninum en los tejidos de un huésped intermedio (como el ganado) puede provocar la contaminación de los piensos y provocar una infección.

La transmisión de N. caninum también puede ser transplacentaria, lo que significa que puede transmitirse de madre a hijo a través de la placenta mientras el feto todavía está en el útero. Esto puede resultar en una infección congénita (en la que la infección está presente al nacer). En los cachorros, N. caninum puede formar quistes en el sistema nervioso central en desarrollo, lo que resulta en anomalías neurológicas.

Diagnóstico

Su veterinario realizará un examen físico completo en su mascota, incluido un perfil sanguíneo completo, un perfil sanguíneo químico, un hemograma completo y un análisis de orina. También será necesaria una muestra fecal para análisis de laboratorio. Un hallazgo de ooquistes en las heces será definitivo para el diagnóstico de neosporosis. Su médico también deberá realizar un análisis del líquido cefalorraquídeo de su perro (el líquido del cerebro y la médula espinal) para determinar el grado de afectación neurológica. Los cambios, como un ligero aumento de proteínas en el líquido cefalorraquídeo, son indicativos de neosporosis. La biopsia de tejido también se puede utilizar para diferenciar N. caninum de T. gondii.

Debido a que existen varias afecciones que pueden causar disfunciones del sistema nervioso central, es posible que su médico también deba descartarlas, especialmente aquellas que tienen el mayor riesgo de complicaciones graves. Algunas de las enfermedades que su médico puede querer descartar, según los antecedentes de los síntomas y el entorno en el que normalmente vive su perro, incluyen rabia, infecciones fúngicas, meningitis y reacciones a materiales tóxicos (por ejemplo, plomo, pesticidas).

Tratamiento

Se pueden administrar ciertos medicamentos para el tratamiento de la neosporosis y pueden detener la progresión de la enfermedad y sus síntomas. Sin embargo, el pronóstico para los pacientes es malo cuando la enfermedad ha llegado al punto en que los músculos han comenzado a contraerse y se ha establecido una parálisis progresiva.

Vida y gestión

La neosporosis debe tratarse con los medicamentos apropiados, según lo prescrito por su veterinario, durante un período prolongado. Es importante administrar los medicamentos correctamente durante todo el período de tiempo recomendado.

Prevención

La Neosporis se puede prevenir evitando los alimentos contaminados. Otros perros o ganado que puedan haber tenido contacto con un animal infectado deben someterse a pruebas de neosporosis y recibir tratamiento lo antes posible, antes de que el parásito tenga la oportunidad de volverse sistémico.

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