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Desgarro Muscular En Gatos
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Video: Desgarro Muscular En Gatos

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Rotura muscular en gatos

La actividad normal puede causar una interrupción en un músculo. Un músculo normal se puede estirar, pellizcar o lesionar directamente, lo que da como resultado la rotura de la fibra, el debilitamiento y la separación inmediata o retardada de las partes no lesionadas. Alternativamente, la estructura muscular puede verse comprometida por condiciones sistémicas o iatrogénicas (causadas por el médico). La rotura puede ser completa o incompleta y puede estar en el medio del músculo o en la unión músculo-tendinosa. La etapa aguda (repentina y severa) se caracteriza por una reacción inflamatoria típica que se vuelve crónica con el tiempo, con reticulación y desarrollo de adherencias con el tiempo. Con frecuencia, se pasa por alto la fase aguda, ya que los signos pueden ser temporales y responder bien al descanso. Los efectos crónicos suelen ser progresivos y no responden a las terapias de apoyo.

Los músculos de las extremidades y los músculos masticadores son las estructuras primarias afectadas. La lesión traumática es indiscriminada, aunque ciertas actividades pueden predisponer a un gato a sufrir una lesión muscular debido a la exposición. Esta es una condición relativamente rara en los gatos.

Síntomas y tipos

Lesión aguda

  • Cojera inmediata que se caracteriza por el músculo específico afectado
  • Inflamación, calor y dolor localizados
  • Generalmente presente durante unos días a una semana.
  • Fase crónica (si se desarrolla)

Progresivo

  • Sin dolor
  • Generalmente asociado con tejido cicatricial que impide el funcionamiento normal de una extremidad.

Causas

Trauma

  • Sobreextensión
  • Miositis (inflamación)
  • Degenerativo (etiología desconocida)
  • Miopatía (una enfermedad neuromuscular), secundaria a condiciones médicas

Diagnóstico

Su veterinario realizará un examen físico completo de su gato, en busca de evidencia de disfunción neurológica y ruptura del tendón. Las imágenes de diagnóstico incluirán radiografías para buscar evidencia de defectos y translocaciones de fragmentos óseos, y ultrasonido para buscar hinchazón y desorientación de la fibra muscular normal en el sitio de la lesión en casos agudos. El tejido cicatricial y las áreas contraídas de tejido fibroso se pueden ver en el músculo en casos crónicos. La resonancia magnética (MRI) se puede utilizar para buscar edema y hemorragia, y para lograr la localización del problema que ayudará a identificar el tipo de problema.

Su médico también examinará las articulaciones de su gato en busca de evidencia de inestabilidad articular o mala alineación. Las diferencias mensurables entre los lados normales y anormales pueden ser útiles para documentar el sitio del músculo afectado. Otra cosa que puede hacer su médico es realizar una biopsia del músculo afectado para detectar la presencia de tejido fibroso y la pérdida de células musculares. Diferenciar la atrofia por desuso de la atrofia neurológica y de la cicatrización inducida por lesiones puede ser imposible sin pruebas que lo corroboren.

Tratamiento

No hay evidencia documentada que respalde una mejor manera de tratar las lesiones musculares agudas o para prevenir la contractura fibrosa (acortamiento del tejido muscular o conectivo) y las adherencias. En general, se cree que el cuidado inmediato posterior a la lesión debe incluir el reposo y la aplicación de frío local, seguidos en unas horas de calor y fisioterapia pasiva. Una parte esencial de la reparación muscular es el alivio efectivo de la tensión del músculo lesionado para que la curación pueda ocurrir sin interrupciones a medida que regresa la función. Los analgésicos y antiinflamatorios deben usarse durante varios días o semanas para controlar la inflamación y el dolor. La actividad con carga liviana o sin peso es apropiada durante un período de tiempo prolongado (4-6 semanas).

Pueden ser necesarios dispositivos ortopédicos internos o externos para proporcionar un alivio efectivo de la tensión. Los problemas relacionados con las cicatrices pueden afectar la marcha de su gato a largo plazo. No es apropiado hospitalizar o enjaular a un animal recientemente lesionado por problemas musculares a menos que se planee una reparación quirúrgica. La cirugía se puede realizar a los pocos días de la lesión para reparar una ruptura muscular aguda y obvia que da como resultado una separación de los segmentos musculares no lesionados.

Una vez que la lesión muscular se vuelve crónica y se asocia con contracturas o adherencias, el tratamiento tiene como objetivo salvar la función del músculo. El alivio sintomático instantáneo a menudo acompaña a la liberación quirúrgica de las adherencias o bandas de tejido fibroso. La prevención de la adherencia y la contractura progresiva es mucho menos gratificante.

Las lesiones musculares específicas tienen pronósticos muy dispares. La contractura del manguito rotador responde bien a la escisión quirúrgica del tendón de inserción. La contractura de los músculos isquiotibiales tiene una tasa de recurrencia del 100 por ciento después de la resección quirúrgica. La contractura del cuádriceps tiene una tasa de fracaso similar después de la cirugía.

Las lesiones musculares que se han curado en un estado alargado tienen un mejor pronóstico para la mejora quirúrgica de la función que los músculos contraídos. La lesión por elongación más común afecta a los músculos del grupo de Aquiles. La hiperflexión del corvejón se puede reconstruir quirúrgicamente para devolver a los gatos afectados a una función relativamente normal. Acortar el tendón de Aquiles en lugar de reparar quirúrgicamente el músculo lesionado generalmente logra esto.

Vida y gestión

Su veterinario querrá controlar el rango de movimiento repetitivo, además de tomar medidas para controlar la inflamación. La fisioterapia pasiva sin soporte de peso puede ser beneficiosa para la recuperación.

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