Tabla de contenido:

Los Dueños De Mascotas Están Confundidos Acerca De La Nutrición De Perros Y Gatos, Según Una Encuesta De PetMD
Los Dueños De Mascotas Están Confundidos Acerca De La Nutrición De Perros Y Gatos, Según Una Encuesta De PetMD

Video: Los Dueños De Mascotas Están Confundidos Acerca De La Nutrición De Perros Y Gatos, Según Una Encuesta De PetMD

Video: Los Dueños De Mascotas Están Confundidos Acerca De La Nutrición De Perros Y Gatos, Según Una Encuesta De PetMD
Video: Mascotas: mitos y verdades sobre la alimentación de perros y gatos - Caracol TV 2024, Noviembre
Anonim

Los cinco conceptos erróneos más importantes sobre la nutrición de las mascotas

Por Jennifer Coates, DVM

4 de enero de 2013

petMD realizó recientemente una encuesta a propietarios sobre el tema de la nutrición de las mascotas. Los resultados revelaron cierta confusión con respecto a las necesidades nutricionales de perros y gatos y cómo garantizar que los productos que compramos satisfagan esas necesidades. Comprender cómo alimentar adecuadamente a nuestras mascotas es fundamental para su bienestar. Esta brecha de conocimiento es preocupante, pero también representa una oportunidad para mejorar la salud y la longevidad de nuestros queridos animales de compañía.

Los cinco hallazgos principales de la encuesta fueron:

1. Términos incomprendidos

El cincuenta y siete por ciento de los dueños de mascotas que respondieron correctamente, consultan las etiquetas de los alimentos para mascotas para obtener información sobre el tipo de ingredientes incluidos en la comida de sus mascotas. Sin embargo, lo que está escrito en la etiqueta no siempre es sencillo. Gran parte del lenguaje utilizado en las etiquetas está estrictamente controlado y regulado por la Asociación Estadounidense de Funcionarios de Control de Alimentos (AAFCO), pero las definiciones no son fáciles de obtener.

Tome la palabra "subproducto", por ejemplo. La mayoría de los que respondieron a la encuesta petMD creían que el pelo, los dientes y las pezuñas de los animales están incluidos en los subproductos cárnicos, y ese no es el caso. Las regulaciones de la AAFCO no permiten expresamente que estas partes del cuerpo se incluyan en un subproducto utilizado en la comida para mascotas.

2. La importancia de las pruebas de alimentación

La mayoría de los propietarios consulta la etiqueta para saber qué se incluye en la comida de su mascota. Sin embargo, la encuesta también mostró que los dueños de mascotas no buscan información clave de calidad que también se incluye en la etiqueta. Todos los alimentos para mascotas aprobados por la AAFCO deben mostrar una declaración que indique cómo determinó el fabricante de alimentos para mascotas que una dieta en particular satisfaría las necesidades de las mascotas. Esto se puede hacer de dos maneras: a través de un programa de computadora o dándoles comida a perros o gatos. Las pruebas de alimentación son un método muy superior para determinar si las mascotas prosperarán o no con una dieta en particular. No obstante, solo el 22 por ciento de las personas que respondieron la encuesta dijeron que miran las etiquetas de los alimentos para mascotas para ver si la dieta se ha sometido a una prueba de alimentación.

3. Identificación errónea de posibles alérgenos

Las etiquetas de los alimentos para mascotas pueden ser una buena fuente de información, pero solo cuando se combinan con un conocimiento básico de la nutrición de las mascotas. Por ejemplo, más del 40 por ciento de los propietarios que realizaron la encuesta petMD respondieron que los granos son alérgenos comunes en los alimentos para mascotas, y más del 30 por ciento de los encuestados implicaron específicamente al maíz. Por otro lado, solo el 6 por ciento de los propietarios identificaron las carnes como alérgenos potenciales. De hecho, la situación es exactamente la contraria.

En una revisión de la literatura1 de 278 casos de alergia alimentaria en perros en los que se identificó claramente el ingrediente problemático, la carne de res fue de lejos el mayor culpable (95 casos). Los productos lácteos fueron el número dos con 55 casos. En realidad, el maíz fue un infractor mínimo con solo 7 casos. La situación fue similar para los gatos. De los 56 casos que se analizaron2, 45 las alergias alimentarias felinas se debieron a comer carne de res, lácteos y / o pescado, mientras que el maíz fue responsable de solo 4 casos.

4. Una subestimación de la nutrición equilibrada

La encuesta petMD también reveló que algunos propietarios subestiman la importancia de una nutrición equilibrada. El valor de la proteína parece entenderse; El 69 por ciento de los encuestados indicó que la proteína era un nutriente importante para las mascotas. Lo que es desconcertante, sin embargo, es que solo el 2 por ciento nombró grasas, el 3 por ciento nombró carbohidratos y apenas más del 25 por ciento nombró vitaminas y minerales como nutrientes importantes para las mascotas.

Para satisfacer todas las necesidades nutricionales de perros y gatos, los alimentos para mascotas deben proporcionar todos estos ingredientes en el equilibrio adecuado. Demasiado de uno o muy poco de otro puede ser perjudicial para la salud de una mascota.

5. Escepticismo sobre la precisión de las etiquetas

Menos del 30 por ciento de los encuestados de petMD creían que las etiquetas enumeran completamente todos los ingredientes de los alimentos para mascotas. De hecho, las regulaciones de la AAFCO exigen que todos los ingredientes contenidos en un alimento para mascotas se incluyan en la lista de ingredientes, en orden de mayor a menor contribuyente, por peso.

Los conceptos erróneos sobre la comida para mascotas y la nutrición canina y felina pueden llevar a los propietarios a tomar decisiones mal informadas sobre qué alimentar a sus compañeros. Su veterinario es la mejor fuente de información sobre qué alimentar a sus mascotas. Él o ella pueden tomar en consideración su combinación única de etapa de vida, estilo de vida y salud para hacer recomendaciones dietéticas individualizadas.

1 Carlotti DN, Remy I, Prost C. Alergia alimentaria en perros y gatos. Revisión e informe de 43 casos. Vet Dermatol 1990; 1: 55-62.

Chesney CJ. Sensibilidad alimentaria en el perro: un estudio cuantitativo. J Sm Anim Pract 2002; 43: 203-207.

Elwood CM, Rutgers HC, Batt RM. Prueba de sensibilidad alimentaria gastroscópica en 17 perros. J Sm Anim Pract 1994; 35: 199-203.

Harvey RG. Alergia alimentaria e intolerancia alimentaria en perros: un informe de 25 casos. J Sm Anim Pract 1993; 34: 175-179.

Ishida R, Masuda K, Sakaguchi M, et al. Liberación de histamina específica de antígeno en perros con hipersensibilidad alimentaria. J Vet Med Sci 2003; 65: 435-438.

Ishida R, Masuda K, Kurata K, et al. Respuestas blastogénicas de linfocitos a la incitación de alérgenos alimentarios en perros con hipersensibilidad alimentaria. J Vet Intern Med 2004; 18: 25-30.

Jeffers JG, Shanley KJ, Meyer EK. Pruebas de diagnóstico de perros para detectar hipersensibilidad alimentaria. J Am Vet Med Assoc 1991; 189: 245-250.

Jeffers JG, Meyer EK, Sosis EJ. Respuestas de los perros con alergias alimentarias a la provocación dietética de un solo ingrediente. J Am Vet Med Assoc 1996; 209: 608-611.

Kunkle G, Horner S. Validez de las pruebas cutáneas para el diagnóstico de alergia alimentaria en perros. J Am Vet Med Assoc 1992; 200: 677-680.

Mueller RS, Tsohalis J. Evaluación de IgE sérica específica de alérgenos para el diagnóstico de reacciones adversas a los alimentos en el perro. Vet Dermatol 1998; 9: 167-171.

Mueller RS, Friend S, Shipstone MA, et al. Diagnóstico de la enfermedad de la uña canina: un estudio prospectivo de 24 perros. Vet Dermatol 2000; 11: 133-141.

Nichols PR, Morris DO, Beale KM. Un estudio retrospectivo de vasculitis cutánea canina y felina. Vet Dermatol 2001; 12: 255-264.

Paterson S. Hipersensibilidad alimentaria en 20 perros con signos cutáneos y gastrointestinales. J Sm Anim Pract 1995; 36: 529-534.

Tapp T, Griffin C, Rosenkrantz W y col. Comparación de una dieta comercial con antígenos limitados versus dietas preparadas en casa en el diagnóstico de alimentos adversos caninos

reacciones. Vet Therapeutics 2002; 3: 244-251.

Walton GS. Respuestas de la piel en perros y gatos a alérgenos ingeridos. Vet Rec 1967; 81: 709-713

2 Carlotti DN, Remy I, Prost C. Alergia alimentaria en perros y gatos. Revisión e informe de 43 casos. Vet Dermatol 1990; 1: 55-62.

Guaguere E. Intolerancia alimentaria en gatos con manifestaciones cutáneas: revisión de 17 casos. Eur J Companion Anim Pract 1995; 5: 27-35.

Guilford WG, Jones BR, Harte JG y col. Prevalencia de la sensibilidad a los alimentos en gatos con vómitos crónicos, diarrea o prurito (resumen). J Vet Intern Med

1996;10:156.

Guilford WG, Jones BR, Markwell PJ y col. Sensibilidad alimentaria en gatos con problemas gastrointestinales idiopáticos crónicos. J Vet Intern Med 2001; 15: 7-13.

Ishida R, Masuda K, Kurata K, et al. Respuestas blastogénicas de linfocitos a antígenos alimentarios en gatos con hipersensibilidad alimentaria. Datos inéditos. Universidad de

Tokio, 2002.

Reedy RM. Hipersensibilidad alimentaria al cordero en un gato. J Am Vet Med Assoc 1994; 204: 1039-1040.

Stogdale L, Bomzon L, Bland van den Berg P. Alergia alimentaria en gatos. Asociación J Am Anim Hosp 1982; 18: 188-194.

Walton GS. Respuestas de la piel en perros y gatos a alérgenos ingeridos. Vet Rec 1967; 81: 709-713.

Walton GS, Parroquia WE, Coombs RRA. Dermatitis alérgica espontánea y enteritis en un gato. Vet Rec 1968; 83: 35-41.

White SD, Sequoia D. Hipersensibilidad alimentaria en gatos: 14 casos (1982-1987). J Am Vet Med Assoc 1989; 194: 692-695.

Recomendado: