Tabla de contenido:

Inflamación ósea (panosteítis) En Perros
Inflamación ósea (panosteítis) En Perros

Video: Inflamación ósea (panosteítis) En Perros

Video: Inflamación ósea (panosteítis) En Perros
Video: La panosteítis en tu cachorro y cómo TTouch puede ayudar para aliviar el dolor 2024, Noviembre
Anonim

Panosteítis en perros

La panosteítis se refiere a una afección dolorosa y de corta duración (autolimitada) caracterizada por cojera y cojera. Es una afección que afecta los huesos largos de las patas de los perros jóvenes, generalmente entre las edades de 5 a 18 meses. Puede ocurrir con cualquier raza, pero es más común en razas de perros de tamaño mediano a grande.

La inflamación puede afectar una o más de las extremidades del perro, lo que hace que sea difícil y doloroso moverse. Con tratamiento, la inflamación puede reducirse y el animal puede recuperar su función y actividad por completo.

La panosteítis puede afectar tanto a perros como a gatos. Si desea obtener más información sobre cómo esta afección afecta a los gatos, visite esta página en la biblioteca de salud de PetMD.

Síntomas y tipos

La cojera a menudo se caracteriza por problemas para caminar con las patas delanteras, ya que a menudo hay un dolor profundo asociado con los huesos. Si bien la inflamación es más común en las patas delanteras, también se encuentra en las patas traseras.

Algunos perros también presentan fiebre, depresión, pérdida de peso y anorexia. Además, si la afección no se corrige, algunos perros pueden experimentar pérdida de masa muscular (atrofia) con el tiempo debido a la falta de uso de los músculos.

Causas

En general, se desconocen las causas de la panosteítis. Si bien la cojera puede afectar a cualquier raza a cualquier edad, es más común en las razas más jóvenes y, en particular, en el pastor alemán. La cojera puede ocurrir por sí sola o puede ir acompañada de otras enfermedades ortopédicas.

Diagnóstico

El dolor articular puede durar de días a meses y variará de leve a severo. Su veterinario examinará a su perro para descartar condiciones subyacentes distintas de la inflamación de los huesos. Se utilizarán imágenes de rayos X y análisis de sangre para buscar cualquier condición subyacente. En la mayoría de los casos, la inflamación será la causa del dolor y se puede reducir con un tratamiento farmacológico.

Tratamiento

En algunos casos, se recetan y administran medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor y estimular la marcha. Los esteroides también pueden ayudar a reducir la inflamación de los huesos.

La actividad limitada ayudará a reducir el dolor de su perro. Sin embargo, permitir que su mascota se recupere y que se curen las articulaciones y los huesos no reducirá la velocidad de recuperación.

Se recomienda que lleve a su perro para que lo revisen cada dos o cuatro semanas para ver si progresa, así como para detectar si existen problemas médicos subyacentes más graves que hayan estado causando los problemas.

Vida y gestión

Es importante observar a su mascota y trabajar para reducir sus niveles generales de dolor mediante la reducción de la actividad, los analgésicos y el entorno. El dolor puede durar solo unos días o varios meses. En casos más raros, se puede desarrollar una enfermedad ósea juvenil (ortopédica).

Prevención

Actualmente no se conocen medidas preventivas para esta afección médica.

Recomendado: