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Deficiencia De Coagulación (hereditaria) En Perros
Deficiencia De Coagulación (hereditaria) En Perros

Video: Deficiencia De Coagulación (hereditaria) En Perros

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Video: Enfermedades Geneticas y Hereditarias en las Mascotas- TvAgro por Juan Gonzalo Angel Restrepo 2024, Diciembre
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Deficiencia de factor de coagulación en perros

La coagulación tiene lugar cuando la sangre se transforma de un líquido que fluye libremente a un estado espesado similar a un gel. En este estado, la sangre gelificada se denomina coágulo y es a través de la coagulación que la herida comienza a sellar. Este proceso es de vital importancia para que se produzca la curación. Cuando su perro se lesiona y continúa sangrando incontrolablemente, esto puede ser síntoma de un defecto en uno o más de los procesos que provocan la coagulación. Una serie compleja de reacciones enzimáticas está involucrada en la transformación de la sangre de un líquido a un gel. Una falla en uno de estos procesos puede causar una hemorragia prolongada después de una lesión y, en última instancia, resultará en anemia por pérdida de sangre. La falta de coagulación de la sangre también puede provocar una hemorragia interna. Conocer los síntomas a los que hay que prestar atención es fundamental.

La condición o enfermedad descrita en este artículo médico puede afectar tanto a perros como a gatos. Si desea obtener más información sobre cómo afecta esta enfermedad a los gatos, visite esta página en la biblioteca de salud de PetMD.

Síntomas y tipos

Los síntomas de la deficiencia del factor de coagulación pueden incluir sangrado prolongado después de una cirugía o un traumatismo, un síntoma externo obvio. Algunos de los síntomas menos obvios que pueden ser indicativos de una deficiencia de coagulación están relacionados con la anemia por pérdida de sangre y hemorragia interna. Con la anemia por pérdida de sangre, los síntomas pueden presentarse como debilidad, letargo, dificultad para respirar, latidos cardíacos irregulares, confusión y una afección conocida médicamente como pica, un comportamiento compulsivo que a menudo tiene como objetivo equilibrar la falta de minerales o vitaminas en la sangre. en este caso, deficiencia de hierro por pérdida de sangre. El sangrado interno puede presentarse como vómitos o heces con sangre, sangrado del recto o la vagina, dificultad para respirar, ritmo cardíaco anormal, abdomen hinchado o duro y sed excesiva.

Causas

Varios factores pueden determinar la probabilidad de que su mascota sufra de deficiencia de factores de coagulación. Un trastorno subyacente, como la deficiencia de vitamina K, puede afectar el funcionamiento del hígado, uno de los sitios principales para sintetizar las enzimas necesarias para la coagulación. Otros problemas del hígado también pueden afectar el proceso de síntesis de enzimas. La causa subyacente de la deficiencia de la coagulación también puede estar predispuesta por rasgos hereditarios. Un ejemplo de esto es la hemofilia. Tanto la forma A como la B de la hemofilia son rasgos recesivos ligados al cromosoma X, donde los machos sangran excesivamente y las hembras portan el rasgo y lo transmiten. La hemofilia se caracteriza por una cantidad anormalmente baja de la proteína necesaria para unir las plaquetas sanguíneas en un coágulo. Este proceso proteico es uno de los factores de coagulación que el cuerpo utiliza para coagular las heridas internas y externas. La hemofilia puede ser leve, moderada o grave y no siempre se hereda. También puede desarrollarse cuando el cuerpo forma anticuerpos que bloquean los procesos del factor de coagulación. La deficiencia severa de factores de coagulación generalmente se hará evidente a los cuatro o seis meses de edad. La deficiencia más leve puede aparecer después de una lesión o después de una cirugía.

Además, las circunstancias ambientales externas pueden influir en la incidencia de la deficiencia del factor de coagulación. La ingestión de veneno para ratas, o la mordedura de una serpiente, puede afectar la capacidad del cuerpo para procesar las enzimas y proteínas con normalidad. Los medicamentos recetados por un médico también pueden afectar la capacidad de coagulación de la sangre. El uso prolongado de antibióticos puede causar complicaciones, y el uso de heparina recetada como anticoagulante (usado para romper los coágulos de sangre en las venas) puede resultar en una sobredosis accidental.

Diagnóstico

Es posible que su veterinario primero desee descartar factores externos, como el acceso al veneno para roedores o el contacto reciente con una serpiente o un lagarto. Se solicitará un análisis de sangre completo y se utilizará un análisis de la capacidad de coagulación de la sangre para determinar la fuente del trastorno. Si su perro muestra signos de aumento de glóbulos rojos (RBC), una indicación de anemia regenerativa, indicará la posibilidad de pérdida de sangre interna.

Tratamiento

Si la pérdida de sangre es grave, su perro será hospitalizado y recibirá transfusiones de sangre y plasma. De hecho, pueden ser necesarias transfusiones repetidas para controlar o prevenir más hemorragias. Su veterinario probablemente también le recetará vitamina K, especialmente si su perro ha ingerido veneno para roedores o está experimentando otras condiciones que agotan esta vitamina.

Vida y gestión

Se seguirá analizando la sangre de forma continua para determinar la eficacia de la suplementación con vitamina K. Debe comenzar a normalizarse entre 24 y 48 horas después del inicio de la terapia. La única forma de comprobar si una deficiencia hereditaria se ha tratado con éxito es mediante el análisis factorial; si los hematomas (acumulaciones de sangre coagulada) se han resuelto y, lo que es más importante, si el sangrado se ha detenido. La transfusión a veces causa reacciones inmunes cuando los anticuerpos resisten la sangre nueva. Si la transfusión es un tratamiento decidido, será necesario controlar a su mascota para detectar síntomas de rechazo.

No hay una raza en particular que sea más susceptible que otra, por lo que no hay nada que se pueda hacer para prevenirla a menos que se sepa que está en la composición genética de un perro reproductor. Si se determina que un factor hereditario es responsable de la deficiencia del factor de coagulación, es mejor no criar a este perro.

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