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Mi Mascota Se Mueve Menos: ¿qué Pasa?
Mi Mascota Se Mueve Menos: ¿qué Pasa?

Video: Mi Mascota Se Mueve Menos: ¿qué Pasa?

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Video: MI BEBÉ SE MUEVE POCO o DEJO DE MOVERSE, por GINECOLOGA DIANA ALVAREZ 2024, Mayo
Anonim

A qué estar atento

A medida que nuestras mascotas envejecen, hay muchos signos clínicos que debemos vigilar para asegurarnos de que no necesiten atención médica. Al estar atentos a los cambios sutiles, podemos abordar los problemas de manera temprana, lo que nos brinda la mejor oportunidad de brindarles a nuestras mascotas una vida saludable y feliz sin dolor. Las enfermedades subyacentes que pueden afectar la movilidad de su mascota incluyen artritis, lesiones, enfermedades neurológicas degenerativas, ciertos tipos de cáncer, neuropatía diabética en gatos y pérdida auditiva.

La artritis es la causa más común de disminución de la movilidad tanto en perros como en gatos. Técnicamente llamada enfermedad degenerativa de las articulaciones (EJD), se produce cuando los movimientos anormales de las articulaciones provocan la erosión del cartílago. Esto progresará al roce de los huesos con los huesos, lo que en sí mismo es muy doloroso y conduce a la inflamación. El proceso inflamatorio crea un círculo vicioso que resulta en dolor crónico para su mascota. Factores como la obesidad, el estilo de vida demasiado activo, la conformación articular y los factores genéticos pueden contribuir a este proceso.

El signo más obvio de enfermedad articular es cuando un perro o un gato comienza a cojear, generalmente justo después de haber estado descansando o acostado. Sin embargo, existen muchos otros signos sutiles que pueden indicar que su mascota se siente incómoda. Quizás su perro no suba las escaleras como solía hacerlo. Quizás su mascota mayor parece estar "desacelerando". Los gatos pueden comenzar a orinar o defecar fuera de la caja de arena porque es demasiado doloroso para ellos saltar dentro de ella. Estos son solo algunos ejemplos. En pocas palabras: si nota algún cambio en el comportamiento de su mascota, hable con su veterinario de inmediato.

Tratamiento

El tratamiento temprano para la artritis puede ser tan simple como cambiar a una dieta recetada o comenzar con suplementos. Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el aceite de pescado actúan como un fuerte antiinflamatorio para las articulaciones. Hay varios suplementos de glucosamina y condroitina en el mercado que ayudan a reparar el daño del cartílago. Recomiendo buscar un suplemento de glucosamina y condroitina que también contenga insaponificables de aguacate / soja, Boswellia y músculo de labios verdes. Para la seguridad de su mascota, consulte a su veterinario para obtener orientación sobre cómo seleccionar y dosificar suplementos de venta libre. Para una enfermedad más avanzada, debe hablar con su veterinario sobre el inicio de analgésicos, acupuntura o fisioterapia.

Las lesiones traumáticas que provocan una distensión muscular o un desgarro de ligamentos pueden provocar dolor con disminución de la actividad. Estos tipos de lesiones suelen presentarse repentinamente y se resuelven con analgésicos y reposo. Si se trata de algo más complicado, como un desgarro del ligamento cruzado, la mascota generalmente necesitará una corrección quirúrgica para volver a funcionar por completo y evitar el desarrollo de artritis secundaria. Su veterinario puede ayudar a determinar el alcance de la lesión de su mascota.

Condiciones no artríticas

Las afecciones neurológicas como la enfermedad del disco intervertebral, las afecciones inflamatorias en el cerebro y el líquido cefalorraquídeo o los tumores de la columna vertebral pueden afectar la movilidad de diversas formas. El signo clínico más común en estas enfermedades es debilidad o parálisis en una o varias extremidades. También puede ver dolor de cuello o espalda, disminución del apetito, letargo y fiebre. Si le preocupa que su mascota experimente estos signos, busque atención veterinaria de inmediato.

Ciertos cánceres de huesos y cartílagos pueden causar cojera y disminución de la movilidad. Estos cánceres son muy dolorosos y se diagnostican fácilmente con rayos X. Las mascotas son tan hábiles para ocultarnos su dolor que a menudo no vemos ningún signo clínico hasta que dejan de poner peso sobre la extremidad afectada o desarrollan una fractura patológica. Nuevamente, la detección temprana es esencial para controlar y tratar estas afecciones, así como para ayudar a evitar que su mascota experimente molestias crónicas.

Los gatos y raramente los perros pueden desarrollar una enfermedad neurológica secundaria a la diabetes. Esto generalmente se ve como una debilidad en las extremidades traseras llamada "postura plantígrada" donde los corvejones de la mascota caen casi tocando el suelo. Si nota esto en su mascota, hable con su veterinario sobre la prueba de diabetes. Si se detecta temprano y se inicia la terapia con insulina, la neuropatía diabética puede ser reversible.

La audición puede afectar la movilidad

Finalmente, la disminución de la audición puede hacer que su perro o gato no salte del sofá para saludarlo cuando ingrese por la puerta. Desafortunadamente, no hay mucho que podamos hacer para probar o tratar esto, pero es una buena información para discutir con su veterinario para asegurarse de que no esté sucediendo algo más serio.

El nivel de actividad y la movilidad de un perro o gato pueden brindarnos mucha información importante sobre su salud en general, especialmente a medida que envejecen. Cualquier cambio, ya sea sutil o drástico, debe discutirse con su veterinario. El tratamiento puede ser tan simple como agregar un suplemento o pueden ser necesarias pruebas adicionales para asegurarse de que su mascota esté sana y sin dolor.

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