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Protuberancia Del Recto Y El Ano En Perros
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Video: Protuberancia Del Recto Y El Ano En Perros

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Anonim

Prolapso rectal y anal en perros

El recto es la región terminal del intestino grueso, y el ano actúa como una extensión del recto, abriéndose para permitir que los desechos digestivos salgan del cuerpo. El prolapso anal o rectal es una afección en la que una o más capas del recto se desplazan a través del ano, la abertura que permite que los desechos digestivos salgan del cuerpo. Puede ser causada por una variedad de factores, incluidos los trastornos de los sistemas digestivo, urinario o genital.

Aunque los perros de cualquier género, edad o raza pueden verse afectados por esta afección, las infecciones virales o por gusanos tienen un mayor riesgo. Si desea saber cómo estos trastornos afectan a los gatos, visite esta página en la biblioteca de salud de PetMD.

Síntomas y tipos

El prolapso rectal ocurre cuando todas las capas del tejido anal / rectal, junto con el revestimiento rectal, sobresalen a través de la abertura anal externa. Mientras tanto, la protuberancia del revestimiento rectal a través de la abertura anal externa se conoce únicamente como prolapso anal.

Los perros con prolapso rectal demostrarán un esfuerzo persistente al defecar (o defecar). En un prolapso incompleto, una pequeña porción del revestimiento del recto será visible durante la excreción, después de lo cual disminuirá. En un prolapso completo, habrá una masa persistente de tejido que sobresale del ano. En las etapas crónicas del prolapso completo, este tejido puede tener una apariencia negra o azul.

Causas

Un perro puede desarrollar prolapso anal o rectal si se esfuerza al defecar o si se somete a una cirugía en los órganos digestivos inferiores. Otros factores que contribuyen a estas dos condiciones incluyen:

  • Trastornos del sistema digestivo que causan diarrea, esfuerzo al defecar, presencia de gusanos u otros parásitos en el sistema digestivo e inflamación del intestino delgado o grueso.
  • Trastornos de los sistemas urinario y genital, como inflamación o agrandamiento de la próstata, inflamación de la vejiga, cálculos urinarios y trabajo de parto o proceso anormal del parto.
  • Estreñimiento crónico, presencia de protuberancias en forma de saco en el intestino, tumores rectales o anales o desviación del recto de su posición habitual

Diagnóstico

Su veterinario realizará un examen físico completo de su perro, incluido un perfil químico de sangre y un hemograma completo. Por lo general, los resultados volverán a la normalidad, aunque puede haber niveles altos de glóbulos blancos, similares a los que se observan cuando hay una infección. Una prueba de muestras de heces puede revelar la presencia de parásitos.

Otros procedimientos de diagnóstico incluyen radiografías o ecografías del área abdominal, que pueden mostrar una próstata grande, cuerpos extraños, engrosamiento de las paredes de la vejiga o cálculos renales.

Su médico también realizará un examen rectal manual para palpar masas de tejido desplazadas. Durante el examen patológico del tejido (para biopsia), puede parecer hinchado y supurará sangre roja cuando se realice una incisión. El tejido, si está muerto, aparece de color púrpura oscuro o negro y rezuma sangre azulada cuando se hace una incisión.

Tratamiento

Si su perro tiene una infección bacteriana o viral concurrente, o una infestación parasitaria, su veterinario deberá tratarlo primero con un antibiótico o medicamento antiparasitario apropiado. Una vez que se haya identificado y tratado la causa subyacente del prolapso, su veterinario primero deberá disminuir la hinchazón y devolver el tejido desplazado a su ubicación adecuada dentro del ano del perro.

Esto se puede hacer manualmente realizando un suave masaje en el área o usando geles lubricantes o agentes tópicos (por ejemplo, una solución de dextrosa al 50 por ciento), que ayuda a reducir la hinchazón. Se puede administrar un agente anestésico para aliviar el dolor y la incomodidad. El anestésico más utilizado es la epidural; sin embargo, su veterinario tomará una decisión en función de las necesidades individuales de su perro.

A continuación, su veterinario puede optar por coser el tejido que sobresale en su ubicación adecuada para mantener el tejido en su lugar y evitar la recurrencia de un prolapso. Las suturas en bolsa de tabaco son la opción más probable para este procedimiento, y las suturas se dejarán lo suficientemente sueltas para dejar espacio para la excreción.

Si se encuentra que el trastorno es más profundo en el canal rectal del perro, el intestino puede requerir reparación quirúrgica.

Vida y gestión

Se debe tener cuidado con las recurrencias del tejido prolapsado, especialmente si no se eliminó la causa subyacente. Observe el sitio en el que el perro fue operado durante los primeros cinco a siete días, ya que existe la posibilidad de que se parta y se vuelva a abrir, especialmente cuando el perro defeca.

Después de la cirugía, también existe la posibilidad de que su perro pierda el control sobre su vejiga y sus intestinos y tenga "accidentes" involuntarios. Su mascota puede estar tan molesta como usted cuando ocurre un "accidente". Asegurarse de que su perro tenga muchas oportunidades para salir al exterior puede ayudarlo a evitar accidentes o estrés relacionado.

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