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2025 Autor: Daisy Haig | [email protected]. Última modificación: 2025-01-13 07:17
Quistes iridociliares en perros
A veces denominados quistes del iris o quistes uveales, los quistes iridociliares suelen ser benignos y no requieren tratamiento. Sin embargo, ocasionalmente pueden ser lo suficientemente grandes como para interferir con la visión o con la función del ojo.
Síntomas y tipos
Los quistes iridiociliares pueden estar adheridos a varias partes del interior del ojo. Pueden tener una pigmentación clara u oscura y son semitransparentes. Pueden tener forma esférica u ovoide. Pueden variar considerablemente de tamaño y puede haber más de uno. Pueden verse en uno o ambos ojos.
En la mayoría de los casos, estos quistes son un hallazgo incidental. Solo cuando son lo suficientemente grandes como para dañar la visión o interferir con el funcionamiento normal del ojo son problemáticos. El glaucoma puede ser una complicación asociada con los quistes iridociliares.
Causas
Los quistes pueden ser congénitos o adquiridos.
- Los quistes congénitos son causados por una anomalía del desarrollo en el ojo y los perros afectados nacen con los quistes.
- Los quistes adquiridos pueden ser el resultado de un traumatismo en el ojo o de una uveítis (inflamación de las capas oscuras del ojo). En muchos casos, la causa nunca se conoce.
Existe una predilección racial en los Boston terriers, los golden retrievers y los labradores por los quistes iridociliares. En los perros perdigueros de oro, se observa un síndrome de uveítis pigmentaria y quistes iridociliares. Estos quistes también se han asociado con el glaucoma en los perros perdigueros de oro y en los grandes daneses.
Diagnóstico
Los quistes iridociliares se diagnostican con un examen ocular.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, no es necesario ningún tratamiento. Si hay uveítis o glaucoma, estas enfermedades deberán tratarse adecuadamente. La coagulación con láser se puede utilizar para eliminar quistes particularmente grandes si es necesario.