Cariño, Hace (demasiado) Frío Afuera
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Anonim

Última revisión 10 de noviembre de 2015

Tuve que pasar un tiempo en el establo de mi caballo esta mañana y estaba CONGELACIÓN. La temperatura no era tan mala (creo que la temperatura era alta), pero el viento aullaba y la nieve viajaba horizontalmente. Llevo horas adentro y todavía tengo frío.

Esta experiencia me recordó una cita que tuve con un gato recién adoptado hace un tiempo. Sus dueños me preguntaron por sus orejas. Pensaron que podría ser una raza exótica como un Scottish Fold. Les dije que pensaba que era más probable que hubiera sufrido congelación cuando era joven. Tenían muchas preguntas sobre la congelación en las mascotas, así que pensé en compartir algo de información sobre la condición a medida que el invierno se acelera a toda velocidad en mi parte del mundo.

La congelación es el daño que se produce cuando los tejidos, que están compuestos principalmente de agua, se exponen a temperaturas muy frías. El agua se expande cuando se congela, por lo que los cristales de hielo pueden causar daños irreparables a las células. En circunstancias normales, el sistema circulatorio de un mamífero o ave y la capacidad de generar calor evitarán la congelación. Pero cuando las temperaturas externas son muy bajas y / o la temperatura corporal central comienza a descender, la congelación se vuelve más probable. En el último caso, el cuerpo intenta mantenerse caliente desviando la sangre de las partes consumibles, como las almohadillas de los pies, el escroto, la cola y las puntas de las orejas. Este proceso puede salvar la vida de un animal, pero aumenta las posibilidades de que pierda uno o más apéndices.

¿Qué aspecto tiene la congelación? En sus primeras etapas, los tejidos afectados suelen ser grises, duros y extremadamente fríos al tacto. A medida que el cuerpo comienza a calentarse, algunas áreas pueden enrojecerse, hincharse y causar mucho dolor, pero las partes más gravemente dañadas seguirán apareciendo sin vida. La única forma de saber qué tejidos pueden sobrevivir y cuáles no es darle tiempo al cuerpo para reparar lo que pueda. El tratamiento médico para la congelación incluye calentamiento, antibióticos para prevenir infecciones en los tejidos dañados, analgésicos agresivos y, a veces, medicamentos que pueden aumentar la capacidad de la sangre para llegar a las áreas afectadas. Una vez que queda claro que un tejido en particular no se recuperará (por lo general se vuelve negro y comienza a desprenderse), debe extirparse quirúrgicamente.

Si se encuentra con un animal que sospecha que podría estar sufriendo congelación, concentre sus esfuerzos iniciales en elevar su temperatura corporal central, ya que probablemente también tenga hipotermia. Rodee al paciente con botellas de agua caliente (pero no demasiado), cúbralo con varias mantas y llévelo a la clínica veterinaria lo antes posible. No frote ni utilice secadores de pelo ni almohadillas térmicas sobre tejidos potencialmente dañados.

Por supuesto, es mejor prevenir la congelación. Proteja a sus mascotas manteniéndolas en el interior o brindándoles un refugio adecuado cuando las temperaturas se vuelvan peligrosamente frías. El límite para la tolerancia al frío variará según el tipo de pelaje, la edad y la salud general del animal, así como las condiciones ambientales como la humedad y la velocidad del viento, pero el sentido común debería indicarle cuándo debe intervenir.

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Dra. Jennifer Coates

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