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Intoxicación Por Mordedura De Reclusa Parda En Perros
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Toxicosis por veneno de araña reclusa parda en perros

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La reclusa parda, también conocida como la araña "violín" o "violín" debido al patrón en forma de violín en su espalda, es un miembro del género Loxosceles reclusa. Por lo general, se encuentra en la sección del medio oeste de los EE. UU., Al oeste de Colorado y Nuevo México, y al este del norte de Georgia, y en todo el sur de los EE. UU. Y por el valle del río Mississippi hasta el sur de Wisconsin. Como su nombre indica, es de color marrón, con una marca en forma de violín en su cefalotórax (la parte superior del cuerpo donde se conectan las piernas), con el cuello del "violín" extendiéndose hasta la cola. No todos los reclusos tienen esta marca. Por ejemplo, los reclusos pardos jóvenes a menudo no lo hacen. Generalmente, este es un método preciso para reconocerlos. También se puede distinguir por su patrón de seis ojos, en lugar de tres, y la falta de cualquier otro patrón en su cuerpo. No hay marcas en el abdomen ni en las piernas, solo en el cefalotórax. Mide unos 8-15 mm de tamaño corporal, con patas alargadas de unos 2-3 cm de largo.

Como su nombre indica, la reclusa parda es una araña solitaria y no agresiva, que prefiere los espacios oscuros y deshabitados lejos de los humanos y los animales. Están activos por la noche. Las mordeduras generalmente ocurren cuando la araña queda atrapada en la ropa de cama mientras está merodeando, y un animal o humano se da vuelta sobre la araña. También tiende a ocurrir cuando un animal sin querer molesta a la araña en su espacio.

La mordedura de un recluso se puede clasificar por su naturaleza necrotizante. La reacción ocurre típicamente en el sitio de la mordedura, con una herida necrótica ulcerada que resulta en la muerte del tejido blando circundante. La herida cicatriza lentamente, dejando una herida abierta que corre el riesgo de una mayor infección. Las complicaciones graves ocurren cuando la úlcera progresa a gangrena o cuando el veneno ingresa al torrente sanguíneo y se transporta a los órganos internos. La destrucción de los glóbulos rojos, la insuficiencia renal, la alteración de la coagulación y la muerte son todas posibles complicaciones conocidas de una picadura reclusa. Estas complicaciones son raras pero se sabe que ocurren.

Síntomas y tipos

  • Puede que no haya síntomas
  • Dolor y escozor locales (pueden durar de 6 a 8 horas), seguidos de escozor y dolor
  • Lesión: blanca con una costra central oscura sobre un fondo rojo desigual; después de 2 a 5 semanas, una costra central puede desprenderse, dejando una úlcera de cicatrización lenta y profunda que, por lo general, destruye los tejidos blandos sin afectar al tejido muscular
  • Menos común: anemia con sangre en la orina en las primeras 24 horas
  • Otras posibles manifestaciones sistémicas dentro de los primeros 2-3 días después de la picadura: fiebre, escalofríos, erupción cutánea, debilidad, crecimiento rápido de glóbulos blancos, náuseas, dolor articular

Causas

Picadura de araña reclusa parda.

Diagnóstico

Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su perro y la aparición de los síntomas. La picadura de una reclusa parda puede imitar otros tipos de heridas, por lo que su veterinario buscará una amplia gama de posibles causas de los síntomas, a menos que haya visto la araña que mordió a su mascota. Como parte de un examen estándar, se realizará un perfil sanguíneo completo, incluido un perfil químico sanguíneo, un hemograma completo y un análisis de orina. Un análisis de sangre revelará gran parte de la información que su médico necesita para hacer un diagnóstico preciso. También se puede realizar un perfil de coagulación para verificar la capacidad de coagulación de la sangre de su perro. Si vive en un área conocida por tener arañas reclusas pardas, puede pedirle a su médico que verifique la presencia de veneno en el torrente sanguíneo de su perro. Se puede utilizar un ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas o prueba ELISA para detectar el veneno, pero esto no se usa comúnmente a menos que se sospeche específicamente una picadura de reclusa parda.

El veneno de una reclusa parda tiene el potencial de causar daños graves. En algunos casos, la necrotización se propaga, causando la muerte del tejido hasta el punto de que será necesario extirpar toda la extremidad. Cuanto más rápido se diagnostique, más posibilidades tendrá de prevenir complicaciones.

Tratamiento

Su veterinario recomendará el cuidado rutinario de las heridas a menos que su perro esté muy enfermo, en cuyo caso, será necesaria la terapia intravenosa proporcionada en un hospital. Su perro también puede necesitar transfusiones de sangre para que el cuerpo pueda enviar sangre fresca al área herida. Si el veneno es leve, las compresas frías a veces son adecuadas para reducir la inflamación y el dolor. Si ha habido mucha destrucción celular en el sitio de la herida, su médico deberá extirpar quirúrgicamente parte del tejido muerto. Si el veneno era muy potente, con mucho daño celular y tisular, es posible que su perro necesite un injerto de piel después de que la lesión alcance la madurez completa.

Vida y gestión

Su veterinario querrá monitorear el sitio de la herida semanalmente hasta que esté completamente curado.

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