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Ampollas Y Pústulas Cutáneas En Perros
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Anonim

Penfigoide bulloso en perros

El penfigoide ampolloso es una afección cutánea poco común que afecta a los perros y se caracteriza por la aparición de ampollas llenas de líquido o pus y llagas abiertas graves en la piel y / o el tejido de la boca revestido de moco. El penfigoide ampolloso requiere un tratamiento agresivo inicial y puede ser fatal si no se trata.

Se cree que algunas razas, como los collies, los perros pastores de Shetland y los doberman pinschers, corren mayor riesgo.

Síntomas y tipos

El penfigoide ampolloso se encuentra en dos formas: la forma de ampolla común (ampollosa) y la forma relativamente rara a largo plazo (crónica). La forma ampollosa se caracteriza por llagas abiertas, ampollas de corta duración y lesiones circulares en la capa superior de la piel. Llamados collaretes epidérmicos, se caracterizan por tener bordes pelados, son de forma circular y tienen un borde. El inicio suele ser repentino y severo, y la distribución de estos síntomas se extiende por la cabeza, el cuello, el abdomen, la ingle, los pies y las membranas mucosas (los tejidos húmedos que recubren la nariz y la boca). Los perros que se ven gravemente afectados también pueden presentar falta de apetito (anorexia) y depresión.

Causas

El penfigoide ampolloso es una enfermedad autoinmune. Ocurre cuando el cuerpo crea un anticuerpo que ataca las células del cuerpo. En efecto, el cuerpo se ataca a sí mismo. Denominado autoanticuerpo, este tipo específico se conoce como anticuerpo penfigoide. Se dirige a la piel debajo de la superficie (membrana) o en las mucosidades internas del cuerpo y provoca la formación de ampollas debajo de la piel. La luz solar puede empeorar la afección.

Diagnóstico

Se pueden usar una variedad de pruebas para diagnosticar el penfigoide ampolloso. El primer paso es un examen (biopsia) de las lesiones, del tejido y del líquido de las ampollas. Se pueden realizar análisis de orina y cultivos bacterianos para detectar infecciones secundarias causadas por la entrada de bacterias. Otras pruebas que su veterinario decide hacer dependen de síntomas adicionales que pueden sugerir diagnósticos alternativos. Por ejemplo, otros posibles diagnósticos pueden incluir infección por hongos o exposición a sustancias tóxicas.

Tratamiento

El tratamiento varía según la gravedad de los síntomas y la posibilidad de una infección secundaria, por ejemplo, debido a una infección bacteriana. La condición de penfigoide ampolloso requiere agentes inmunosupresores, que ralentizan o detienen la actividad del sistema inmunológico, y baños de limpieza suaves con champú antibacteriano y agua. Es posible que se necesiten antibióticos para tratar las infecciones bacterianas que se desarrollan como resultado secundario de esta afección de la piel. El tratamiento hospitalario continuo solo es necesario si persisten síntomas graves en todo el cuerpo (sistemáticos) o si se producen infecciones secundarias. Incluso con un tratamiento rápido y eficaz, el pronóstico a largo plazo de esta enfermedad no es bueno.

Vida y gestión

Los perros con penfigoide bulloso deben ser monitoreados con frecuencia para observar la progresión de la enfermedad o los efectos secundarios relacionados con la medicación, como un sistema inmunológico debilitado (una condición conocida como inmunosupresión). Mantenga a los pacientes alejados del sol, ya que la luz ultravioleta (UV) puede empeorar las lesiones.

Prevención

Dado que los rayos UV pueden empeorar la afección, lo mejor para su perro sería evitar el sol excesivo hasta que finalice el tratamiento.

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