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Hernia Perineal En Perros
Hernia Perineal En Perros

Video: Hernia Perineal En Perros

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Video: Hernia perineal en el perro 2024, Diciembre
Anonim

Cuando los músculos del diafragma pélvico de un animal no brindan el soporte necesario, se puede desarrollar una hernia que causa una gran cantidad de dolor e incomodidad. Una hernia del área perineal es más común en perros que en gatos y en machos que en hembras. El tratamiento a menudo implica cirugía y luego medicamentos recetados para aliviar el dolor del animal.

Síntomas y tipos

Los síntomas físicos pueden incluir hinchazón del área perineal, protuberancia de la pelvis o áreas circundantes e incapacidad para controlar los intestinos.

Causas

Si bien una hernia del diafragma pélvico puede desarrollarse en cualquier raza de animal, son mucho más comunes en las siguientes razas:

  1. pekinés
  2. Boston Terrier
  3. Corgi Galés
  4. Perro tejonero
  5. Boxer
  6. Kelpie
  7. Collie
  8. Viejo Pastor Inglés

Una hernia de la región perineal es más común en los animales más viejos que en los más jóvenes, ya que la región del cuerpo del animal se debilita con el tiempo. No se comprende completamente por qué esta región particular del cuerpo de un animal se debilita, pero se cree que las hormonas pueden ser un factor. Otra causa subyacente de este tipo de hernia es la enfermedad prostática o el cáncer. Otras posibles causas pueden incluir enfermedad colorrectal y atrofia de la pelvis.

Diagnóstico

Un examen rectal del animal puede identificar varias causas posibles de la hernia del diafragma, incluida la enfermedad de los tejidos en el área anal, la inflamación del área anal y la inflamación del tracto urinario. Las radiografías y las ecografías también se utilizan a menudo para ver el área dañada. Esto asegura que no haya causas subyacentes más serias del problema y permite al veterinario ver el área interna que rodea la hernia.

Tratamiento

A menudo se recomienda la cirugía para reparar el daño de la hernia, pero solo para animales que están en condición estable. Después de la cirugía, el recto es muy sensible y los laxantes, ablandadores de heces y enemas pueden ayudar no solo a mantener la consistencia de las heces, sino a mejorar la comodidad del animal al defecar.

Vida y gestión

Existe una alta incidencia de infecciones asociadas con este tipo de cirugía, por lo que se recomienda una atención extrema a los cuidados de recuperación después. Las complicaciones quirúrgicas comunes pueden incluir infección, incontinencia fecal, recurrencia y parálisis total o parcial de las terminaciones nerviosas que rodean el sitio quirúrgico.

Prevención

Esta enfermedad es extremadamente rara para los perros que están castrados, por lo que la castración completa es una medida preventiva. Actualmente no se conocen otros medios de prevención.

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