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Meningitis, Meningoencefalitis, Meningomielitis En Perros
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Video: Meningitis, Meningoencefalitis, Meningomielitis En Perros

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Video: MENINGITIS EN PERROS 🐶 - CAUSAS Y SÍNTOMAS 2024, Mayo
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Meningitis bacteriana y otras infecciones del sistema nervioso en perros

Al igual que en los humanos, el sistema de membranas que envuelve el sistema nervioso central del perro se llama meninges. Si este sistema se inflama, se denomina meningitis. La meningoencefalitis, mientras tanto, es la inflamación de las meninges y el cerebro, y la meningomielitis es la inflamación de las meninges y la médula espinal.

La inflamación de las meninges comúnmente conduce a una inflamación secundaria del cerebro y / o la médula espinal, lo que resulta en diversas complicaciones neurológicas. La inflamación a largo plazo también puede obstruir el flujo de líquido cefalorraquídeo (LCR), el líquido protector y nutritivo que circula alrededor del cerebro y la médula espinal, lo que conduce a la acumulación de LCR en el cerebro y, por lo tanto, a complicaciones graves como convulsiones y paresia..

Síntomas y tipos

Los síntomas neurológicos que a menudo se asocian con meningitis, meningoencefalitis y meningomielitis, como movimiento alterado, estado mental alterado y convulsiones, pueden ser profundos y progresivos. Otros síntomas que generalmente se observan en perros que padecen una de estas afecciones incluyen:

  • Depresión
  • Choque
  • Presión arterial baja
  • Fiebre
  • Vómitos
  • Aumento anormal de la sensibilidad a diversos estímulos (hiperestesia)

Causas

La causa más común de meningitis es una infección bacteriana en el cerebro y / o la médula espinal que se origina en otra parte del cuerpo. La meningoencefalitis, mientras tanto, generalmente se debe a infecciones de los oídos, los ojos o la cavidad nasal. Y la meningomielitis generalmente se desarrolla después de la discoespondilitis y la osteomielitis. En cachorros y perros con el sistema inmunológico comprometido, estas infecciones comúnmente llegan al cerebro y la médula espinal a través de la sangre.

Diagnóstico

Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su perro, incluido el inicio y la naturaleza de los síntomas. Luego, el veterinario realizará un examen físico completo y varias pruebas de laboratorio, como hemograma completo (CBC), perfil bioquímico de hemocultivo y análisis de orina, para ayudar a identificar y aislar el tipo de infección.

El perfil bioquímico, por ejemplo, puede indicar compromiso del hígado y los riñones, mientras que los análisis de sangre pueden revelar un mayor número de glóbulos blancos, lo cual es evidencia de una infección en curso. El análisis de orina también puede revelar pus y bacterias en la orina del perro, una indicación de infecciones del tracto urinario.

Otras herramientas que se utilizan a menudo para identificar el agente infeccioso involucrado incluyen imágenes por resonancia magnética (IRM), ecografías abdominales, radiografías torácicas y abdominales y muestras de la piel, los ojos, la secreción nasal y el esputo.

Sin embargo, una de las pruebas de diagnóstico más importantes es el análisis de LCR (o líquido cefalorraquídeo). Se recolectará una muestra del LCR de su perro y se enviará a un laboratorio para su cultivo y evaluación adicional.

Tratamiento

En casos graves de meningitis, meningoencefalitis o meningomielitis, el perro será hospitalizado para prevenir complicaciones más graves. Una vez que se identifica el organismo causante, su veterinario empleará antibióticos por vía intravenosa para maximizar su efectividad. También se pueden recetar fármacos antiepilépticos y corticosteroides para controlar las convulsiones y reducir la inflamación, respectivamente. Mientras tanto, los perros que están gravemente deshidratados se someterán a una fluidoterapia inmediata.

Vida y gestión

El tratamiento rápido y agresivo es vital para un resultado exitoso, aunque su efectividad es muy variable y el pronóstico general no es favorable. Desafortunadamente, muchos perros mueren a causa de este tipo de infecciones una vez que llegan al sistema nervioso central, a pesar del tratamiento.

Sin embargo, si el tratamiento tiene éxito, pueden pasar más de cuatro semanas hasta que desaparezcan todos los síntomas. La actividad del perro debe restringirse durante este tiempo y hasta que se estabilice.

Prevención

Trate las infecciones de oído, ojos y nariz de su perro con prontitud para evitar propagar estas infecciones al sistema nervioso.

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